La línea aerea holandesa KLM entrenó a un perro y lo sumó a su equipo especial de búsqueda de objetos perdidos.
El canino olfatea lo que sea que alguien se haya olvidado en el avión, algún empleado se lo guarda en unos bolsillos que le colocan en el lomo, y entonces corre hasta alcanzar al dueño. “Fuerza muscular, resistencia y sociabilidad”, dice el entrenador que son las claves de su desempeño.
Los viajeros, sorprendidos al ver a un perro devolviéndoles un celular, auriculares o lo que sea que hubieran perdido parecieran decir “¡guau!”
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